Durante la extrusión el material se conforma formando una barra continua de arcilla de sección constante. Dicha sección se corresponde con el negativo del molde, o sea, con la parte hueca que queda entre el marco (contorno exterior) y los tacos (perforaciones de la pieza). Posteriormente, esta barra continua será cortada en piezas individuales del grosor adecuado.
Mediante este tipo de proceso, se pueden fabricar ladrillos de varias calidades, siendo los KLINKER los de más alta gama. Los ladrillos de calidad KLINKER debe cumplir los tres requisitos siguientes:
– Absorción de agua inferior al 6%.
– Densidad superior a 2.000 kg/m³.
– Resistencia a Compresión normalizada característica superior a 40 N/mm²
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